El ajo colabora en la mejoría de todas las infecciones.
Ayuda a fortalecer el sistema inmunológico.
Posee propiedades antibióticas y antifúngicas.
El ajo ayuda a desintegrar cálculos renales y biliares.
Se aconseja su consumo en casos de asma, tos bronquial o resfriados.
Es un buen laxante y previene los gases intestinales.
El ajo es un eficaz depurador y fluidificante de la sangre, por su contenido en ajona.
El ajo reduce el nivel de grasa y colesterol, gracias a su aporte en alicina.
Ayuda en la hipertensión protegiendo al mismo tiempo el corazón y a las arterias dándoles mayor flexibilidad y manteniéndolas libres de depósitos de colesterol.
Posee efectos antibacterianos.
Purifica las mucosas, pulmones, nariz y garganta.
El ajo en uso tópico, su jugo es un estupendo germicida.
Previene el CÁNCER DE ESTÓMAGO.